Los masajes con barro o arcilla son reconocidos desde la antigüedad por sus múltiples beneficios estéticos y terapéuticos por las propiedades de sus sales minerales para las personas. Usada en un masaje, realizado por un experto, puede llegar a ser una experiencia completamente renovadora para ti.

El barro o la arcilla son los componentes principales de la fangoterapia; ya que, al ser una combinación de agua y tierra tienen múltiples usos, ya sea para tratar innumerables enfermedades o para el cuidado de la piel. Aunque, también depende del tipo de barro o arcilla que se esté usando.

Estos componentes son una gran fuente de energía y salud, debido a la gran cantidad de minerales que poseen y que son necesarios para el buen funcionamiento de nuestro cuerpo. Por ejemplo, magnesio, silicio, cobre, zinc, cobalto y selenio que ayudan a la mejora de la producción de colágeno y elastina, remoción de células muertas, regeneración celular y activa la circulación; acciones necesarias para lucir una piel suave y radiante.

Por otra parte, la fangoterapia es un excelente método para aliviar el dolor, la tensión y el estrés físico y mental, debido a la suavidad de su textura y la temperatura en la que es aplicada. Asimismo, es beneficiosa para tratar el insomnio, la ansiedad y la angustia.

En el aspecto físico, los masajes con barro y arcilla pueden ayudar a disminuir la inflamación de músculos y articulaciones, facilitar la digestión, acelerar el metabolismo, tratar algunas enfermedades de la piel como el acné o los eccemas, eliminar toxinas e impurezas, entre otros.

Olvida todas las ideas preconcebidas sobre el barro y la suciedad, y empieza a considerar sus múltiples beneficios de aplicar dos elementos esenciales como el agua y la tierra en tu cuerpo, para relajarte y elevar tus niveles de energía.

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